Después de unas extrañas vacaciones, no premeditadas, ni mucho menos razonadas, este blog vuelve por sus fueros, esperamos que, ahora sí, con una cierta continuidad. En este medio año de parón, que se dice pronto, hemos pasado por situaciones de todo tipo. Empiezo por la más triste. Tristísima. Nuestro entrañable Jorge Sellés levó anclas para instalarse definitivamente en la línea de horizonte que tantas veces trazara, donde el mar se junta con el amarillo nápoles rojizo.
Aún tenemos reciente su última visita al estudio, sentados a la "mesa cuadrada de las tertulias"hablando, cómo no, del inevitable mon
otema: La pintura. Descansa en paz.
Pasamos con el amigo Trelis los nervios de los días previos a la muestra del cartel. Coincidimos en algo. El día del cartel todos los alcoyanos nos convetimos en críticos de arte.
A Eugenio Mayor, que hace magia y malabares con el pastel, lo conocimos en su fortaleza del Baradello. Su humildad delata su gradeza. Nos sorprendió con una inesperada visita al estudio hace unas cuantas tardes. Lástima que Roberto no estuviera. Roberto(el chico del suéter azul y aspecto de "seriecito" de la foto) es un forofo de su pintura y últimamente se dedica a aprender de las lecciones magistrales de pintura que son cada cuadro de Eugenio. El mismo Eugenio dio unos toques a un cuadro empezado de Roberto.
Rafael Silvestre, el director del Círculo, nos citó para enseñarnos sus dependencias personalmente. El Círculo es de una belleza aplastante. El Modernismo en su más alto grado de barroquismo que he visto en mi vida. Joyas que tenemos al alcance de la mano y que, en ocasiones, obviamos quizá sólo por su cercanía. Rafael nos ha prometido una exposición en el Círculo.
...Y caras nuevas y no tan nuevas que aún no han sido presentadas: María José, Paloma, Miguel, Malen. Los niños Arnau, Carla, Jorge, Joan... os iremos presentado a todos, uno por uno, a ellos y a sus trabajos.
Saludos, amigos.